domingo, 13 de febrero de 2022

"El día de los enamorados" de Fernando Palacios, 1959.

 

¿El 14 de febrero ha perdido algo de romanticismo? Pues oiga, depende de cada cual. Sí que es verdad, que mirando la caja tonta (Tv), a uno le da la sensación de estar consultando el futuro en una bola de cristal. Si no se han dado cuenta, hagan la prueba. Ocurre cuando se avecinan celebraciones como la Navidad, el día del Padre,... comienzan a emitirse comerciales de determinados productos muy propios para regalar en dichas efemérides. Igual sucede en la cartelera cinematográfica (ahora, algo trastocada con la pandemia de Coronavirus que azota el mundo, intentando sacar a cartel producciones que se quedaron a la espera de ser exhibidas) y en las programaciones de cadena televisivas.

Fotograma de la película "El día de los enamorados"

El día de San Valentín ha sido una fecha que ha dado mucho juego en la creación cinematográfica, en todos los géneros: drama, comedia, terror,... no centrándose solo en la historia de amor de una pareja. Esto podría ser un punto a glosar, que en otro momento, de seguro, lo haremos. Ahora quiero compartir con ustedes, a colación del "Día de los enamorados", un recuerdo de mi infancia, y para ello les comentaré la película "El día de los enamorados" de Fernando Palacios, 1959.

Cartel de la película "El día de los enamorados"

El cine es un reflejo de la sociedad actual, sea cual sea el género de la película. Cuando hablamos de cine español, mi sensación se multiplica por cien, sobre todo si pienso en producciones del siglo pasado. "El día de los enamorados" de Palacios, es una comedia blanca sobre la vicisitudes de cuatro parejas, sus deseos, sus anhelos,... en torno a su convivencia como enamorados. Toda convivencia tiene sus asperezas y en el caso del amor, suelen limarse bajo el entendimiento, la empatía hacia el otro,... Pero claro, no está de mal una ayudita, ¿y quién mejor que San Valentín en persona?

Fotograma de la película

No se podría haber encontrado a un San Valentín tan elegante, en este caso interpretado por George Rigaud. He sido siempre un admirador de este actor, interviniendo en multitud de producciones nacionales e internacionales a lo largo de su vida (western, terror, comedia,... o interviniendo en series, hoy míticas, como "Curro Jiménez", TVE - 1977). Leyendo algo de su vida, a uno se le cae el corazón a los pies cuando descubre que este hombre paso sus últimos días en la soledad, y que sus restos descansan en un  osario de Madrid.

El actor George Rigaud. Blog "Con la voz rota"

Es precisamente este actor y su intervención en la película "El día de los enamorados", donde reside mi recuerdo de infancia. A partir de ver la película, mis padres me hablaron del 14 de febrero, su significado y de San Valentín. Desde la película que vi con cinco o seis años, el santo ha tenido en mis pensamientos la cara de George Rigaud. Mi admiración hacia el personaje se igualó al que tenía en mi infancia por Superman, y todo eso, a raíz de la secuencia en la que San Valentín sube en un ascensor hacia el cielo para hablar con Dios. Una pasada creativa. Ese recuerdo fílmico, en concreto esa secuencia, forma parte hoy en día de mi particular hemeroteca de recuerdos fílmicos.

Fotograma de la película

El cine español de aquella época abogaba por historias divertidas, intentando dar una imagen de modernidad en sus intérpretes jóvenes, eso sí, con valores muy presentes en la trama, en consonancia con la época. El atractivo de esta películas reside en observar el costumbrismo de entonces. Trasladarnos en esa máquina del tiempo que es a veces el cine, para conocer, en este caso, el Madrid urbanita de mediados del siglo XX.

Fotograma de la película

Hacía relativamente poco tiempo de una terrible y cruel guerra civil que no solo enfrentó a los españoles, sino a familias. Aquel despiadado derramamiento de sangre y vidas quitadas, dejó a España con sus campos e industrias destruidas, al igual que las almas de los supervivientes. El cine español, a la vez que ayudó, en general, a divertir y borrar de la mente (aunque fuese por instantes) tales desdichas, a través de clásicos literarios, comedias blancas, musicales, historias populares,... regalaba esperanza, futuros prometedores con prosperidad material y moral. Unos mirarán con nostalgia estas películas, otros con admiración y otros se escandalizarán. De alguna u otra manera, debemos aludir a la benevolencia universal, necesaria en el estudio, la admiración y la reflexión de las épocas pasadas. Siempre con el afán de construir presentes mejores.

Fotografía de época de Madrid. Don´t stop.

Fotografía de época de Madrid. Reddit.

Volviendo a la película, las situaciones producidas e interpretadas por este magnífico elenco de actores y actrices,  nos dibuja constantemente la sonrisa. Una sonrisa cómplice, a veces inocente. Fernando Palacios empezaría con esta producción, una carrera de éxitos como: "Los tres de la Cruz Roja" (1961), "La gran familia" (1964),... todos ellos taquillazos, que llevaron al público a tropel a las salas de cine. Hizo famosos, si cabía aun más a actores y actrices como: Alberto Closas, Carlos Larrañaga,... sin olvidar sus películas con Marisol, como: "Marisol rumbo a Río" (1963) o "Búsqueme esa chica" (1964), junto a unos jóvenes Dúo Dinámico.

El director Fernando Palacios. Sensacine.

Fotograma de la película "La gran familia"

Fotograma de la película "Búsqueme a esa chica"

De Palacios hay que destacar el ritmo de sus secuencias. Sabe situar la cámara y simplemente moverla, siguiendo las andaduras de los intérpretes, aprovechando la acción de ellos. No le hacía falta realizar demasiados cortes de plano en cada secuencia (hoy habitual) para alcanzar un determinado ritmo. El talento interpretativo era muy alto. La mayoría de ellos venían de trabajar en teatro, y esa es una de las mejores escuelas para un intérprete. Solo hay que ver por ejemplo la secuencia de introducción a la película, la del final con la aparición de la tuna o la que tiene Concha Velasco probándole a un señor un traje de baño con sus múltiples accesorios. Quizás destacar del reparto a ella, una joven Concha Velasco que demostraba proyecto tras proyecto ser una gran actriz, hasta crecer y ser hoy en día, una de las grandes señoras de la escena española. El resto del reparto, magníficos: Leblanc, Mabel Karr, Antonio Casal,... caras muy conocidas hoy en día por los amantes del cine español de entonces y de siempre. Son historia cercana de nuestro cine, que por alguna razón no se pone en su justo valor.

Fotograma de la película

Y en el apartado musical, tenemos a Augusto Algueró. A uno le da reparo añadir algo a la figura de este gran artista, un genio de la composición musical ligera (volvemos al final del párrafo anterior "no se pone en su justo valor"). Sus composiciones han sido interpretadas por figuras de la talla de Nino Bravo, Carmen Sevilla, Marisol, Rocío Dúrcal,... seguro que en su vida ha tarareado alguna vez una de las melodías de Algueró. Por cierto, su último trabajo sería para "Torrente, el brazo tonto de la ley" de Santiago Segura (1998), a  quién hay que agradecerle la resurrección de figuras actorales, y conseguir una afluencia considerable de espectadores a las salas para ver una película española.

El compositor musical Augusto Algueró. Jot Down.

"El día de los enamorados" de Fernando Palacios es una pieza más de un cine diseñado para divertir y compartir sin ningún complejo. Un cine que sin medios conseguía historias que hoy en día si las vemos por un casual haciendo zapping, nos quedemos enganchados y sentados en el sillón hasta la palabra FIN.

Cartel de la película


Ambigú Cinema - "El día de los enamorados" de Fernando Palacios, 1959.




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