domingo, 29 de septiembre de 2019

Cine de otros mundos

Nunca se me borrará la imagen de aquel niño, asomándose por la ventana de su cuarto, viendo en una noche de tormenta como aterrizaba un platillo volante en un monte cercano a su casa.


"Los invasores de Marte" - 1953 de William Cameron.

Las películas de extraterrestres tienen su semilla en las tiras de cómics publicadas a finales de los 30 y principio de los 50. Por aquel entonces la literatura gráfica regalaba maravillosas aventuras. Surgían los primeros súper héroes, heredando hazañas de personajes de la antigua mitología griega y de otras culturas, ahora enfundados en antifaces, máscaras o capas elegantes y tenebrosas. El cine con una televisión en ciernes, vio en estas historias un filón de oro. Anteriormente, las películas iban acompañadas de seriales del oeste, de corte fantástico,… un ejemplo lo tenemos en “Flah Gordon” de Alex Raymond. Y así lo vio el productor Henry McRae, convirtiéndose en muy rentable.


De ahí a realizar grandes producciones con efectos especiales. Como primer ejemplo, “La guerra de los mundos" – 1953 de Byron Haskin, producida por George Pal, más adelante hacia la década de los 60, director de una de mis pelis también de la infancia, “La máquina del tiempo" – 1960. A partir de la década de los 50, comenzaron a proliferar pelis del estilo, una más cuidadas que otras, que son joyas para los que somos aficionados al género y a la inocencia técnica de aquellas producciones. Títulos como “Invasores de Marte" – 1953, “La Tierra contra los platillos volantes" – 1956, … hoy son verdaderos clásicos de la historia de la cinematografía.




No sería de justicia añadir la obra maestra “Ultimátum a la Tierra" – 1951, anterior a “La guerra de los mundos", pero la considero de otro formato, menos familiar, quizás.


De todas formas, a partir de los 50 hubo un boom de este tipo de cine. Avistamientos ovnis y su explotación por la prensa, con entrevistas, reportajes; la Guerra Fría, la carrera espacial,... dispusieron el temor y la amenaza latente en un espectador, no acostumbrado aún a la velocidad de aconteceres que comenzaban a invadir sus vidas. El caso es que la temática fue inspiradora para futuros cineastas como Georges Lucas, Spielberg, Dante,… y otros, en los que podemos observar claramente esa influencia “de otros mundos". Hoy, a pesar de los avances en efectos especiales y forma de abordar los contenidos dramáticos, no llegan a elaborar una historia que desprenda el cariño y la inquietud de las de entonces. Será la añoranza hacia ese tipo de cine. Lo que si es verdad es que las noches de verano en las que uno puede dormir mirando directamente a la Luna, siempre he deseado poder atisbar por encima de los edificios, o en el horizonte oscuro y confuso, algún parpadeo, alguna luz extraña o nube con fosforecencia inquietante. El cielo, el infinito desconocido,… no obstante hay que tener cuidado con lo que uno desea, que luego pasa lo que pasa. Mejor en una pantalla, tranquilito. ¿O no?

"Indiana Jones, en busca del arca perdida" de Steven Spielberg, 1981.

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