viernes, 27 de agosto de 2021

"Verano Azul" de Antonio Mercero, 1981.

Corría el año 2000, los avatares del destino me habían llevado a conjugar mis estudios y trabajos en Madrid, con la participación en algunas series de televisión. Recuerdo una tarde de lluvia, saliendo de los Estudios Picasso. Subí a un coche de producción que se dirigía hacia Madrid. El conductor me indicó que esperábamos a más pasajeros. Tras una breve espera, cual fue mi sorpresa, cuando entró en el coche Tito Valverde y más tarde, Juanjo Artero. Valverde tenía prisa, ya que tenía que llegar a tiempo a un estudio de doblaje. Por el camino, las conversaciones derivaron en el coleccionable en VHS de la serie "Verano Azul" de Antonio Mercero, 1981.

Sin lugar a dudas, si existe una serie mítica para los que hemos nacido en los 70, y sobre los 80 ya teníamos conciencia de nuestros gustos, la serie es "Verano Azul". A mi corta edad, el cine y la televisión eran mis perdiciones, pero "Verano Azul" se convertiría en una de mis primeras series que se alejaban un poco de la fantasía y se centraban de una forma directa y didáctica, en temas muy familiares o cotidianos.

Fotograma de la serie

El logro de la serie está en la enorme empatía en sus diversos protagonistas. Cada episodio recae de alguna u otra forma sobre distintos personajes, aunque todos en conjunto sobre llevan la acción. Los temas eran muy diversos: la llegada del periodo menstrual por primera vez a una chica, los amores del verano, los ídolos de juventud, el cuidado del medio ambiente, el reciclado,... Temas que hoy en día no han pasado de moda y debate, y que algunas veces cuando son tratados, se revisten de cierta novedad, siendo ya tratados por aquel entonces. Quien no recuerda a Chanquete (Antonio Ferrandis) como Poseidón, quejándose de un botellazo en la cabeza y de encontrase sucio, impregnado en aceites.

Fotograma de la serie

Fotograma de la serie

Antonio Mercero era un director de cine y televisión, que rápidamente supo lo que era el éxito. Anteriores trabajos como por ejemplo "La cabina" (cine, 1972) o "Crónicas de un pueblo" (serie de TVE, 1971 al 74), lo situaban como un director ortodoxo, con una gran capacidad de dirección actoral, sobre todo coral. Aportando a sus trabajos un gran corazón y humanidad.

Fotograma de "La cabina"

Fotograma de la serie "Crónicas de un pueblo"

Desde 1979 a 1980 se embarcó en uno de los proyectos más tremendos a realizar, sobre todo por la logística y la época en la que se encontraban. En Vélez - Málaga, Motril, Almuñécar y sobre todo en Nerja (centro del rodaje), se filmó la serie. Los exteriores filmados, paisajes, calles, playas,... nos descubren la España de entonces. Siendo ese uno de los tantos atractivos de la serie.

Fotograma de la serie

El reparto se midió y se pensó muchísimo, sobre todo en lo concerniente a los intérpretes jóvenes. En internet podemos deleitarnos y sonreír con añoranza viendo los diversos castings. La verdad es que la naturalidad de un elenco tan joven, pocas veces se ha visto, y sobre todo la química que existía entre ellos, siendo tan diferentes. En el apartado de los intérpretes adultos podemos encontrar de lo más granado de por entonces en la escena española: Antonio Ferrandis, María Garralón, Manuel Gallardo Lechet, Elisa Montés, Manuel Tejada, Carlos Larrañaga,... El nivel interpretativo es inmenso. Solamente, el poder ver a cada uno de estos artistas interactuar, es una gozada.

Fotograma de la serie

"Verano Azul", desde 1981 se ha emitido en multitud de países, e incluso este mismo verano se emite en TVE. Es un clásico. Un clásico en nuestras vidas, que de alguna manera proyecta nuestra memoria, nuestra forma de haber vivido unos tiempos, en los que a pesar de no estar muy alejados, debido a la velocidad a la que se desarrolla nuestra vida actual, parecen de otro siglo.

Fotograma de la serie

Carmelo Bernaola, uno de los grandes compositores españoles, dejó obras importantes en cine y televisión. Por ejemplo, podemos recordar la sintonía del programa "La Clave" (1976), y componer en 1981 la música a las aventuras de la pandilla de "Verano Azul". Puso en sus labios, a modo de silbido, mientras pedaleaban por entre las huertas de Nerja, una de la melodías más repetidas o reconocidas de nuestra infancia. A mí, siempre me causaba cierto reparo en la serie de tv, aquellos pasajes sonoros donde utilizaba instrumentos de cuerda y percusión, para crear un ambiente de misterio o peligro. E incluso, aquel ambiente sonoro electrónico que se utilizó en el episodio "La burbuja". Uno de mis episodios favoritos, sobre todo en esa secuencia inquietante de Chanquete en el faro, junto al farero, observando unas extrañas luces en la noche.

Carmelo Bernaola. España es cultura.

Pero con el permiso de Bernaola, las melodías que fueron top en la serie son: "Algo se muere en el alma" (Manuel Garrido) y "El final del verano" (Dúo Dinámico). Tremendas. Cargadas de significado en la serie, con una realización impresionante de Antonio Mercero.

El compositor Manuel Garrido. Web Los Romeros de la puebla.

El Dúo Dinámico. La fonoteca.

Antonio Mercero consiguió hacer entrar en los hogares españoles, temas un tanto tabú, a pesar de ser los años 80. España vivía el desencadenamiento de una Transición política y los cambios sociales se comenzaban a ver en la propia ficción de la televisión. Mercero consiguió atraer tanto la atención popular sobre sus personajes y tramas, que incluso la muerte de Chanquete fue anunciada en portada de algunos periódicos y revistas de tirada nacional.

Publicación de la época

Publicación de la época

"Verano Azul" es una proyección de nuestra infancia o juventud. Se ha convertido en ese momento especial en que sus reposiciones televisivas nos hacen recordar los viajes en coche con las ventanillas bajadas, las digestiones antes de los baños de la tarde, los chiringuitos, los paneles de helados divertidos, las conversaciones entre castillos de arena, las noches junto al mar, las meriendas del verano,... Todo ello bajo la palabra "amistad". Sin "likes" o "emojis" de por medio.

Portada del coleccionable en dvd


Ambigú Cinema - "Verano Azul" de Antonio Mercero, 1981.




viernes, 20 de agosto de 2021

"El Superpoderoso" de Sergio Corbucci, 1980.

 De pequeño, era siempre de gran novedad, cuando uno por diversas razones, tenía que ir a almorzar o merendar a casa de un amigo del colegio. Una de esas veces, recuerdo ir a casa de mi amigo Benito. Lo pasábamos en grande junto a sus dos hermanas menores. Aquella vez, su madre hizo un plato que me gustaba muchísimo, eran filetes empanados. Me ponía hasta arriba de filetes y patatas fritas. Luego a jugar, merendar,... ¡qué tardes! Una de esas tardes disfrutamos entre juegos de una película que me entusiasmó. Su trama, su protagonista, sus efectos especiales, hicieron de aquella tarde, una tarde perfecta. Hoy, varias décadas después, de vez en cuando la reviso y sonrío por nuestra sana inocencia. Tiene un lugar especial, no por su valor cinematográfico, sino por su valor en mis recuerdos. "El Superpoderoso" de Sergio Corbucci, 1980.


A pesar del tiempo, tengo que seguir reconociendo que me hace reír. Me lo paso genial. Por aquel tiempo (los 80), recuerdo otras películas de Terence Hill, e incluso con Bud Spencer, formando un dúo magnífico y cómico. Uno hacía de pillo (Terence) y el otro (Bud) de brutote, lanzando tortas como panes a los malos. Tampoco se quedaba atrás Hill, que a lo calladito, daba lo suyo. Tuvieron un gran éxito en los cines en esta década y qué decir en los videoclubs. Sus películas arrasaban.

Algunas de las aventuras del dúo actoral

Sergio Corbucci dirige una película entretenida, orientada a un público familiar, con el deseo de pasar un buen rato frente a la pantalla o el televisor. Su filmación es directa, buscando la acción inmediata, destacando los trucajes artesanales y de bajo presupuesto, para la realización de algunas de las secuencia. Los personajes, los malos y los buenos, están claramente bien definidos. Filmada en Estados Unidos, es una de esas producciones italianas que se hacían con la pretensión de acceder a un mercado de consumo rápido en aventuras de este tipo. Esa forma de producir, de filmar, me hace recordar a los antiguos pioneros del nacimiento del cine, y casi un siglo después en España, al cine de Mariano Ozores, injustamente no reconocido. El cine de Corbucci es entretenido, sabiendo explotar perfectamente las dotes de sus intérpretes.

El director Sergio Corbucci

Terence Hill está en un terreno muy conocido. Con vía libre para realizar su interpretación, apoyado por la confianza de Corbucci, interpreta a un policía (Dave Speed) que recibe una radiación de rayos al presenciar por accidente una explosión, obteniendo de este modo súper poderes. Poderes muy diversos.

Fotograma de la película

Dave (Hill) a lo largo del metraje, junto a su compañero, protagonizado por Ernest Borgnine, irá descubriendo sus súper poderes, a la vez que la situación se complica con una banda mafiosa de matones de medio pelo, capitaneados por Tony Torpedo (Marc Lawrence). Las situaciones con esos patanes son de lo más hilarantes, con secuencias que nos recuerdan la vieja escuela creada por Chaplin, Laurel and Hardy,... en situaciones de este tipo. Muy de pista de circo, con la que me desternillaba en los 80.

Fotograma de la película

Destacar la presencia de Ernest Borgnine y Joanne Dru. Actor y actriz de cara muy conocida, leyendas de la cinematografía con gran actividad entre los años 40 a los 60, que en aquella época participaban en distintas producciones menores. No obstante, Joanne siguió participando activamente en series de televisión, y Ernest continuó apareciendo en producciones que se convertirían en clásicos de género, como por ejemplo, "1997: rescate en New York" de John Carpenter (1981).

Joanne Dru en unos de los momentos
de la película

Ernest Borgnine junto a Terence Hill

La solvencia de los efectos especiales le da a la película ese toque especial. Por supuesto que alguno que otro está desfasado por el tipo de coste de la producción, pero ese aire que le da a la película, es comparable al regusto de una hamburguesa demasiado hecha. Se recurre a efectos montados en el mismo set. Salvo el globo formado por un chicle que combina diversos trucos. A pesar de advertirse sus trucajes en cada uno de los planos, me parece encantadora sus secuencias.

Fotograma de la película

Destacar de esos momentos: el correr rápido junto a los coches en marcha, caer desde grandes edificios, poder volar, caminar sobre el agua... Esta última, conforma una secuencia divertida. Dave pasea sobre el agua para rescatar una pelota que unos niños pierden en la orilla de la playa. El acaba hundiéndose, casi ahogándose, cuando su novia hace aparición con un bañador rojo. El color rojo es la causa de la perdida de súper poderes, como su kryptonita. Me reía mucho con otras situaciones: la pinta que tiene un adivinador en una feria, utilizando de turbante una toalla de baño; cuando Dave, sin saber para nada de sus milagrosos dones, mueve con la mente la tapa de una alcantarilla; o cuando su compañero se tira del globo de chicle, y Dave corre a salvarlo del tremendo golpe. Tras una larga caída en metros, Dave logra cogerlo y los dos, debido al fuerte golpe, atraviesan la Tierra, apareciendo en Asía. Segundos después hacen una llamada de teléfono "in situ" desde una cabina del lugar, para que no se preocupen por ellos la novia, los compañeros,... rodeados de asiáticos sorprendidos ante el maravilloso hecho.

Fotograma de la película

Fotograma de la película

La música de la película forma parte de mi discoteca especial. La banda sonora es obra de Michelangelo y Carlo Bionda. Juntos  forman "La Bionda", reconocidos como los inventores de la música disco italiana. Numerosos trabajos discográficos de éxito, acompañan a su característico sonido, que se hizo sonar en distintas producciones de Terence Hill y Bud Spencer. El tema principal de esta película, "Super Snooper", es imposible resistirse a bailarlo.

Hermanos "La Bionda". Letras de canciones.

Tema principal de "Supersnooper": https://youtu.be/HdqdG9ydktg

En definitiva, una de esas películas de las que uno recuerda con un grandísimo cariño, donde lo único importante era pasarlo en grande, reírse junto a los amigos y la familia. Repetir las secuencias hacia atrás y hacia adelante,... Un cine sin ningún tipo de pretensión que a pesar de ello, consigue atraparte y disfrutar de un rato, dibujándote esa sonrisa de niño, devolviéndote la mirada de la sana inocencia.

Cartel de la película



Ambigú Cinema"El Superpoderoso" de Sergio Corbucci, 1980.




sábado, 14 de agosto de 2021

"Lobos humanos" de Michael Wadleigh, 1981.

No recuerdo en qué momento la vi, e incluso tenía algunas secuencias olvidadas. Años más tarde, no recuerdo si fue en el programa "Alucine" del segundo canal de TVE o en alguna sesión de cine de noche de la semana, el caso es que la grabé en video, y de nuevo pude disfrutarla. Su estilo visual, y el estar el desarrollo de la trama envuelto en una atmósfera de novela policial, me encanta. Y sobre todo, porque sabe romper esa línea que separa la realidad de la ficción de una forma elegante, introduciendo al espectador en una trama de continuo suspense. Esta película posee a su vez una serie de claves y curiosidades que se repetirán en el cine ochentero y que hoy en día podemos seguir intuyendo en alguna producción. "Lobos humanos" de Michael Wadleigh, 1981.


Hace un par de semanas, estuvimos recordando "The Omega men" de Boris Sagal, 1971. En una de las secuencias, Heston está visionando en una sala de cine la película documental "Woodstock" de 1969. Un documental exitoso y mítico en el mundo de la industria cinematográfica y la música. Quién le iba a decir a su director, que dirigiría una de las películas de género basadas en la licantropía. Aunque si hacemos un análisis del argumento, podríamos hablar de leyendas, deidades antropológicas, más que de licantropía.

Cartel del documental "Woodstock" (1969)

El director Michael Wadleigh. Mubi.

Está claro que la película "Un hombre lobo americano en Londres" de John Landis (1981), supuso un antes y un después en el género cinematográfico del licántropo, pero considero la película de Wadleigh una obra muy interesante en el desarrollo de ese tipo de género. Una película basada en la novela "The Wolfen" de Whitley Strieber.

Portada de la novela. Panteón de Juda.

Fotograma de la película

Wadleigh dirigiría esta primera y última película en su filmografía de una forma elegante y efectista. El comienzo con el indio sobre el puente de Brooklyn, girando una especie de onda a modo de ritual con la ciudad de Manhattan de fondo es precioso y revelador. Solo esa imagen nos describe el trasfondo de la trama policial que nos tendrá enganchados hasta el último momento.

Fotograma de la película

Su oficio de director de fotografía se deja ver en cada una de las secuencias. Destacando para mí, la que tiene lugar en el centro de la ciudad entre el detective, la psicóloga y el inspector de policía, cuando son asediados por unos lobos. Hay planos maravillosos en esta secuencia. Otra secuencia que me llama muchísimo la atención es la que tiene lugar al comienzo de la película, en un parque memorial donde hay una réplica de los primeros molinos de los colonos. El juego de sombras, con el de la cámara subjetiva (los ojos del espectador son los del observador) de los merodeadores nocturnos, y el tratamiento sonoro de la secuencia (el viento, el silencio, el sonido del molino, el respirar,...), logra una gran secuencia de impacto.

Fotograma de la película

Fotograma de la película

Por cierto, ¿recuerdan la famosa visión alienígena en "Depredador" de John McTiernan (1987), característica de la franquicia? Pues unos años antes la podemos descubrir en esta película. Con la curiosidad de que cuando aparece en pantalla, para darle más efectismo, tiene el mismo efecto de sonido que en "Depredador". E incluso, tal como aparece en la producción de McTiernan, cuando se realiza un interrogatorio en una de las secuencias. ¿Casualidades?

Fotograma de la película

Fotograma de la película

El reparto es muy bueno, sobre todo si para el papel protagonista del detective Dewey Wilson, cuenta con la interpretación de Albert Finney ("Dos en la carretera" de Staley Donen - 1967, "Los duelistas" de Ridley Scott - 1977,...), con una carrera merecida de éxitos en pantalla por sus diversas interpretaciones. En el reparto podemos descubrir caras que hoy en día son referencia en cine y televisión. Tenemos a Gregory Hines, ayudante del detective, dándole ese tono de humor deseado en una trama de tanta tensión. En la sala de autopsias podemos descubrir, con un par de frases en su representación a Reginald VelJohnson, el futuro Carl Winslow (serie "Cosas de Casa", 1989 - 1998). Como investigador forense a James Tolkan, que en cuatro años vigilaría muy de cerca al joven McFly en "Regreso al futuro" de Robert Zemeckis (1985). Y entre tantos otros, destacar a Edward James Olmos, futuro oficial de policía llamado Gaff en "Blade Runner" de Ridley Scott (1982). En "Lobos humanos" será quien nos descubra los porqué de la negra trama de asesinatos y desapariciones en Manhattan.

Albert Finney como el detective Dewey Wilson.
Fotograma de la película.

Gregory Hines junto a Albert Finney. Fotograma de la película.

El actor Edward James Olmos. Fotograma de la película.

En el aspecto musical, James Horner nos ofrece una partitura a su altura, elevando momentos de suspense y sospecha del hilo argumental. En ella, ya se pueden escuchar motivos y algunas instrumentaciones características de Horner, sobre todo en la familia de viento. Sonidos que nos harán recordar momentos vividos en otras producciones futuros como: "Más allá del valor" de Ted Kotcheff (1983), "Star Trek III" de Leonard Nimoy (1984), "Aliens, el regreso" de James Cameron (1986),...

Portada de una edición de la banda sonora de James Horner

"Lobos humanos" son de esas películas que me gusta ver de vez en cuando. Esa atmósfera de investigación, la iluminación de las secuencias de Manhattan en la noche, la trama misteriosa que empieza a verse enlazada con leyendas coloniales, y esa capacidad de hacer que la película no recurra al efectismo más directo, sino centrarse en la investigación y poco a poco sumergirte en su sino, me la hace muy atractiva. A ello, sumarle la visión de Wadleigh. Una visión como la han definido otros como onírica, que nos dibuja una película clave en el género, inimitable, pero a su vez claramente revisada por futuras producciones. El logro de un artista que a pesar de otros éxitos anteriores como su nombrado mítico documental y la película que nos ocupa, no llegó a filmar nada más. Simplemente, leyendas de un arte.

Cartel de la película



Ambigú Cinema - "Lobos humanos" de Michael Wadleigh, 1981.




viernes, 6 de agosto de 2021

"Starfigther: la aventura comienza" de Nick Castle, 1984.

El otro día comentaba que el primer coche que recuerdo con puerta lateral abriéndose hacia arriba no era el DeLorean de "Regreso el futuro" de Robert Zemeckis (1985), o el de la Pantera Rosa en su cabecera de la serie de dibujos animados (como me recordaban) sino el coche tripulado por Centauri en "Starfigther: la aventura comienza" de Nick Castle, 1984.

The Last Starfigther

Reproducción del coche de Centauri.
Diario de un friki del motor.

Existen películas que nos describen de forma fulminante una época, un espíritu. Para mi desde luego, "Starfigther: la aventura comienza" es una de ellas. Recuerdo que esta película la vi junto a mi familia en el desaparecido, hace décadas, cine Ideal de la ciudad de Antequera. Poseía todos los ingredientes para convertirse en el éxito de lo que fue. Hoy en día es una película de culto, muy querida por quienes la recordamos cada cierto tiempo.

Fotograma de la película

Su director, Nick Castle causó bastantes pesadillas a finales de los 70. Y la mayoría de los que las sufrieron, no sabían que él estaba en ellas. ¿Se acuerdan de Michael Myers ("Halloween" de John Carpenter, 1978)? Pues el tipo que dio vida a esa máscara blanca, hoy uno de los iconos del terror cinematográfico, era el mismísimo director Nick Castle. Después de tal sobresalto, nos regaló como director, años después, una de las películas de ciencia ficción más entretenidas y épicas del momento. Una historia que enlazaba la adolescencia, los videojuegos, los primeros pasos fuera del hogar familiar, el amor, la amistad, el honor, con unos efectos especiales y factura muy bien conseguidos Todo ello, hizo que Castle nos ofreciese bajo una dirección ortodoxa, una magnífica aventura. Desenvolviéndose muy bien en las secuencias de acción, y logrando momentos de reflexión ochentera, en torno a la familia, las obligaciones y los sueños personales o compartidos.

El director Nick Castle bajo la máscara
más temida en las salas de cine. ¡Horror.com

Nick Castle. Filmoteca de cine.

A pesar de todo ello, de lo que siempre tengo un recuerdo especial, es de las secuencias donde se ve el cielo nocturno sobre el camping de caravanas. Siempre me han llamado la atención ese tipo de plano abierto en la noche, desde que lo vi en "Encuentros en la tercera fase" de Steven Spielberg (1977). Es una de esas película que se podría disfrutar en una sesión de cine de verano, dejándonos llevar por la historia y la magia del cine fantástico de los 80, en el que no te preguntabas, ni te explicaban muchísimos "porqué" de lo que ocurría. Hoy te aparece un extraterrestre en pantalla y te cuentan toda una serie de situaciones haciéndose un enorme paréntesis en la película. ¿Alguna vez no hemos planteado quien enseñó a construir casas a los tres cerditos? Creo que parte de esa magia a la hora de contar cuentos o historias, se pierde entre tanto razonamiento.

Fotograma de la película

"Starfigther: la aventura comienza" fue una de las películas pioneras en utilizar imágenes generadas por ordenador, como "Tron" de Steven Lisberger, 1983. En este caso a través del ordenador Cray X-MP y su sucesor Cray Y-MP, fueron los encargados de generar las naves y la mayoría de los elementos que se podían visualizar en el espacio exterior. En aquella época, era una pasada. Eran los inicios de una generación de gráficos que tuvieron un gran salto evolutivo con la secuencia del caballero de la vidriera, descrita en la entrada anterior, dedicada a "El secreto de la pirámide" de Barry Levinson (1985).

Fotograma de la película

La película cambió la vida de su guionista, Jonathan R. Betuel. A partir de entonces, cayó bajo la mirada de Disney, llegando a dirigir uno de sus guiones. Pero de eso, hablaremos en otro momento. Claro está, que supo equilibrar la historia de un chico aficionado a jugar a las máquinas Arcade, y que tras batir un récord es reclutado por la Liga de las Estrellas, para combatir una tremenda amenaza que se cierne sobre el universo. Todo ello, sin olvidar la atmósfera en la que se desarrolla las secuencias del parque de caravanas, siendo ahí donde tiene lugar la mayoría de los momentos donde se empatiza con los protagonistas, y tiene lugar el desarrollo emocional de los personajes.

Jonathan R. Betuel. Mubi.

Fotograma de la película

La banda sonora de la película está compuesta por Craig Safan. De Safan seguro que a todos no suena su composición para la serie "Cheers". Compositor de varias bandas sonoras de películas, en especial "Remo" de Guy Hamilton (1985). En la película de Castle, sabe tomar el tono épico y emocionar con su partitura. Una música muy reconocible, utilizando los instrumentos de viento a modo de fanfarria, obteniendo en todo el desarrollo musical sensaciones de gran aventura.

El compositor Safan. craigsafan.com

Sus intérpretes Lance Guest (Alex), Barbara Bosson (madre de Alex), Catherine Mary Stewart (Maggie - novia de Alex),... siguieron sus carreras interpretativas tanto en cine, como en televisión. De Lance Guest, recordar que fue el que dio vida a un joven Clark Kent en la película "Superman" de Richard Donner (1978), cuando aún vivía junto a sus padres en Smalville. Teniendo secuencias míticas como la gran patada a un balón de rugby o ponerse a correr junto a un tren, igualándolo en velocidad.

Fotograma de la película

Fotograma de la película

Fotograma de la película

Una tarde, tras alquilar la película en el videoclub para volver a disfrutarla, grabé en el equipo de casa, en una cinta cassette, la parte de los créditos donde suena la banda sonora. Me encantaba. Recuerdo, cuando mis padres me dieron permiso para salir con la bici más allá de mi zona de confort. Subido en mi BMX, con el walckman en ristre, ponía a reproducir la música de "Starfigther: la aventura comienza", mientras mi imaginación se perdía entre las calles, las plazas, los parques y los dólmenes de Antequera, lugar donde siempre terminaba. Bajo las sombras de los cipreses seguía escuchando emocionado, observando el conjunto dolménico de piedra, levantado frente a la Peña de los Enamorados. Su perfil, mirando a las estrellas del atardecer, guiaba la mirada y la imaginación de un niño buscando aventura en las tardes de estío.


Cartel de la película




Ambigú Cinema - "Starfigther: la aventura comienza" de Nick Castle, 1984.



"Indiana Jones, en busca del arca perdida" de Steven Spielberg, 1981.

  Pasadas las celebraciones sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús, la mayoría de los españoles hemos podido ver o casi ver, debid...