sábado, 19 de junio de 2021

"Jason y los argonautas" de Don Chaffey, 1963.

 

En la infancia, mi hermano y yo teníamos una especie de "zona fantasma" en casa. Esta zona era el cuarto de los juguetes. En aquel cuarto, teníamos nuestros juegos, pizarras, pupitre, repisas y armario, repleto de juegos (Serpentín, Canicas 7, Juego reunidos, el Imperio Cobra,...) y juguetes. A parte del cariño a nuestras naves espaciales, muñecos de Star Wars y Masters del Universo, teníamos nuestros atrezzos especiales para aventuras diversas. Estos eran: dinosaurios, animales de la selva, piezas de otros juguetes,... con los que a veces construíamos nuestros propios Titanes e incluso ideábamos nuestra propia "Odisea", cuyos protagonista igual podían ser Han Solo o alguien del Comando G. Lo pasábamos bestial. Creábamos nuestra propias historias o nos inspirábamos en cuentos, cómics o películas que veíamos. Recuerdo que a modo personal, muchas de las películas creadas por Ray Harryhausen fueron caldo de cultivo para estas aventuras menudas. Sin lugar a dudas eran espectaculares las creaciones de Ray. Hoy voy a compartir con ustedes una de sus creaciones, quizás la más valorada por la maduración de los efectos especiales, hablamos de "Jason y los argonautas" de Don Chaffey, 1963.


El cariño a este tipo de películas, se une a la admiración hacia el trabajo minucioso, paciente y detallista del artista de modelaje y animación. Hoy en día, un niño con cualquier aplicación del teléfono o programa para el ordenador, puede realizar cualquier tipo de animación e incluso crear una mini película. La tecnología ha cambiado muchísimo nuestra concepción en alguno de nuestros aspectos, e incluso me atrevo a decir, mal valorar algunos aspectos del pasado. El análisis de cualquiera de las secuencias de efectos especiales de "Jason y los argonautas" pone de manifiesto un sorprendente estudio de animación de movimientos, ritmos, y todo lo que conlleva su integración en la secuencia, como la atmósfera, la iluminación, encuadres e interacción con los personajes físicos reales. A todo ello, hay que sumar la visión artística en la recreación del diseño de cada una de las criaturas. Semanas y meses de diseño y planificación, para que poco a poco tomen vida lo imaginado a través de las manos del artista.

Fotograma de la película

Fotograma de la película

Fotograma de la película

La película surgió como idea por parte de Harryhausen, basándose en el poema épico "Argonáuticas" de Apolonio de Rodas. Narrándonos en cuatro libros la aventura de Jason en su nave Argo, rumbo a la Cólquida (Georgia). La película es un no parar, cuando no salen de una, el grupo de aventureros se encuentran en otra. Y a cual escena más espectacular. Hoy en día, para los amantes del cine, e incluso los que simplemente desean pasar un rato agradable visionando una aventura, la película se le hace tremendamente divertida. Su ritmo, sorpresas, y mantener al público expectante ante cualquier posible situación, es lo que caracteriza el cine de Ray Harryhausen. Cualquier cosa puede ocurrir.

Portada de una de las ediciones de la obra literaria

El nombre del director Don Chaffey está ligado a producciones de corte fantástico, destacando en esta y en "Pete´s Dragon" (1977). Posteriormente se dedicó a dirigir episodios de series de televisión como "Los vengadores" (1961), "Los Ángeles de Charlie" (1976), "MacGyver" (1985),... El valor de directores como Chaffey es que saben contar una historia y plasmarla de forma suave, haciendo de cada encuadre o secuencia, una pieza en un puzle perfecto. Si hoy en día, visionan alguna serie de televisión o película de corte parecido a la que comentamos, la realización, a veces, se suele perder en tramas o subtramas que se antojan circulares, con ese toque "déjà vu". Se pierde la esencia de la aventura, de ritmo trepidante, sorpresivo, con tal de ahondar en psiques heroicas o resolver preguntas que no harían falta cuetionarse. Como ejemplos: ¿de qué están hechos los dientes de la Hidra de Lerna y que le hacen convertirse en esqueletos vivientes?, ¿porqué no puede correr el titán Talos?,... Hoy habría explicación para cada una de estas y otras acciones, seguramente muy aburrida, quitando la magia maravillosa de estas historias. No dejando nada con lo que jugar a la imaginación del espectador.

El director Don Chaffey. Moviefit.

Fotograma de la película

Fotograma de la película

El genio de Ray Harryhausen para materializar sus creaciones contaba con un aliado imprescindible, el director de fotografía Wilkie Cooper, con el que había trabajado en otras producciones. Hoy en día es una gozada, detener fotograma a fotograma algunas de las secuencias y comprobar, hasta qué nivel de detallismo y cuidado se exigen así mismos para incluir las tomas animadas en la acción física. El uso de transparencias, de máscaras, de miniaturas,... llegan a su cenit en la secuencia de los esqueletos contra los argonautas. Su análisis nos habla de cine verdadero, de sus avances, de la capacidad de transcender la imaginación de los artistas hacia el celuloide. Existe un largo recorrido desde la magistral "El ladrón de Bagdad" de Raoul Walsh (1924) hasta "Jason y los argonautas". Todo ese periplo fue inspiración para Ray Harryhausen, que desde que acudió muy joven al estreno de la RKO, "King Kong" de Cooper y Shoedsack (1933), se dio cuenta de cuál sería su sino en la vida.

Ray Harryhausen. Espinof.

Fotograma de la película

El director de fotografía Wilkie Cooper. Mubi.

A esta maravilla de composición visual, le acompaña la partitura de Bernard Herrmann. El tema principal de su composición es una declaración de las intenciones de la película. La utilización de instrumentos de percusión de sonido grave, aporta la profundidad, la importancia del hecho que vamos a descubrir, como un héroe junto a sus compañeros, van a afrontar una maravillosa aventura. Los instrumentos de viento, casi a modo de fanfarria, anuncian la gesta. Toda la composición tiene aire de grandeza, con un ritmo a modo de marcha. La mayoría de las composiciones de la película van a tener la misma intención. Ese mismo año, Herrmann, compondría con sonidos electrónicos una colaboración más con el maestro Hichcock, para la inquietante "Los pájaros" (1963).



Edición de la banda sonora de la película. Intrada.


Esta película junto con otras de Ray Harryhausen, nos han hecho soñar a varias generaciones, a interesarnos por la literatura clásica de los héroes, por la propia historia del hombre y su espíritu descubridor. Una actitud esencial que bien puede simplemente comenzar en la mente de dos niños jugando entre dinosaurios y personajes del espacio, preguntándose por los Dioses del Olimpo y su mitología, o si existió la Cólquida.

Cartel de la película




Ambigú Cinema - "Jason y los argonautas" de Don Chaffey, 1963.








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