viernes, 28 de mayo de 2021

"La niebla" de John Carpenter, 1980.

Era viernes. Al llegar a casa, terminadas mis clases de EGB, merendé y tras ver en la televisión un episodio de la serie animada de "Sherlock Holmes", cogí la bicicleta y di una vuelta en la plaza del complejo, los alrededores, hasta llegar a uno de los videoclubs que frecuentaba. Hacía tiempo que perseguía una película de terror. Desde que vi en casa de un amigo "Noche de miedo" y volverla alquilar para que mi padre me la piratease, me había venido arriba en aquella década de los 80 con las pelis que consideraba modernitas de terror. Tenía perdidas las esperanzas, pero aquella tarde que pintaba como la de un maravilloso viernes cualquiera, se convirtió en un súper maravilloso viernes. Allí estaba el VHS en la estantería. Una portada muy del estilo de las novelas gráficas de "Creepshow". El gesto de Jamie Lee Curtis de espanto con aquel esqueleto decrépito surgiendo de un mar tormentoso era hipnótico. Se convirtió en una de mis películas de género preferidas por entonces. Cerrad bien las puertas, apagad las luces, y leed con atención bajo la luz tenue de la lámpara, en el sofá o en la cama. Viajemos a la localidad de Antonio Bay, atreveros a recordar o descubrir aquella película que de niño me contó un terrible cuento, un cuento de fantasmas y venganza, "La niebla" de John Carpenter (1980).



John Carpenter es uno de los grandes directores del género del fantástico y del terror. Posee un estilo impresionante, un ritmo dotado a los genios para contar este tipo de historias. Y algo más, a tener muy en cuenta en su carrera, no se dejó engullir por la gran maquinaria de Hollywood, dejando impreso su sello personal en cada una de sus obras. Junto a Debra Hill dio comienzo a finales de los 70, a una época de gritos, cuchillos resplandecientes en la oscuridad,  y máscaras ocultado a un lunático deseoso de hacernos saltar del asiento. Ellos fueron los creadores de la película "Halloween" (1978), creando una moda de la cual nacieron otros traviesos de la noche. "La niebla" sería su segunda propuesta. Esta vez se alejarían de los psiquiátricos y del miedo a que faltase en la cocina el temible cuchillo, para introducirnos en una historia actual de fantasmas. Una historia que surge como venganza desde el mar profundo, de las costas de Antonio Bay, una localidad con un oscuro secreto.

El director John Carpenter en "La niebla". Fotograma.

Si hay algo que me encanta de "La niebla" es su artesanía cinematográfica, el formato 2:35 (tan querido por Carpenter), su fotografía, su edición sonora y su música. Estamos en los años 80, olvídense de los ordenadores para los efectos visuales y tintado de imagen. Frente a la fotografía estaría uno de los grandes, Dean Cundey ("Regreso al futuro" de Robert Zemeckis - 1985, "Parque Jurásico" de Steven Spielberg - 1992,...). Aunque había trabajado en otras obras, el éxito de "Halloween", lo dio a conocer por una fotografía espectacular en el género. Creando en las sombras la inquietud. Quien no recuerda esa máscara blanca surgiendo poco a poco de la oscuridad. Su siguiente proyecto fue "La niebla". Casi toda la filmación era nocturna, lo que suponía tener muy claro el aspecto de la película. Existen momentos magistrales de fotografía en "La niebla", como por ejemplo la atmósfera en el estudio de radio, cuando la niebla poco a poco invade las calles del pueblo, el contraluz de los fantasmas siempre en penumbra. Uno no olvida ese momento final en la iglesia, donde ante los ojos de los protagonistas se encuentran los fantasmas. En silencio, rodeados de la niebla, solo advertimos sus formas y sus ojos resplandecientes en sus siluetas. De nuevo, Carpenter juega con nuestro yo interno, desafiándolo en la oscuridad, dejando desbocada nuestra imaginación. Carpenter posee gran facilidad para crear imágenes icónicas en cada una de sus obras.

Dean Cundey. The Hollywood Reporter.


Fotograma de la película

Fotograma de la película

En la interpretación, vuelve a contar con Jamie Lee Curtis (Elizabeth), que cosas del oficio, tras el éxito de "Halloween" (de la que era la protagonista) le costaba encontrar un proyecto donde trabajar. De nuevo, Carpenter la pone en más de un apuro. Comparte reparto con Adrienne Barbeau (la locutora Stevie), quien en algunos momentos desde su posición visual privilegiada en el faro de Antonio Bay, a la vez que observa y descubre la tremenda pesadilla que se cierne sobre la población costera, nos radia momentos de espanto, viviendo en primera persona el horror de la maldición. Otra cara muy conocida es la del actor Tom Atkins (Nick), un intérprete habitual en este tipo de películas. Y dos grandes, Jane Leigh (Kathy) y Hal Holbrook (padre Malone). La primera tras ver "Halloween" reconoció el talento de Carpenter y le comentó sus deseos de trabajar con él, si la ocasión aparecía. Carpenter no se lo pensaría dos veces, logrando tener a madre e hija (Jamie Lee Curtis) en una película de terror. Los amante del género iban a poder disfrutar de la presencia de dos reinas del "grito" en una misma obra, Jane Leigh ("Psicosis" de Alfred Hitchcock - 1960, y Jamie Lee Curtis ("Halloween" de Carpenter - 1978). El otro grande, Holbroock, interpretando al padre Malone. Hace poco comentábamos su aparición en "Wall Street" de Oliver Stone (1987). Son intérpretes que incluso si hiciesen de arbusto nos dejarían con la boca abierta.

Jamie Lee Curtis. Fotograma de la película.

Adrienne Barbeau. Fotograma de la película.

Tom Atkins. Fotograma de la película.


Los veteranos intérpretes Jane Leigh y Hal Holbrook . Fotograma.

En las películas de Carpenter la música es muy personal. Él mismo compone sus bandas sonoras. Uniendo su sentido visual y creación musical, terminamos con un resultado único, con una clara marca personal y de gran estilo. En "La niebla" vuelve a los sonidos electrónicos del teclado, pero esta vez mezclado con piano. Una atmósfera de suspense, con un tempo pausado. En algunos instantes una simple combinación de dos notas y una constante grave, te deja en suspenso, y es entonces cuando algún sonido inquietante rompe ese estado de tensión. Podríamos ver la película o sentirla, comprenderla, simplemente escuchando su banda sonora. En la que por cierto, en una edición especial, podemos escuchar la introducción que interpretó el actor John Houseman junto a una hoguera, siendo escuchado por jóvenes. Esa secuencia, marca claramente las intenciones y la atmósfera de la película, una invitación a ese especie de Casa del Terror, al que nos introducimos de la mano de Carpenter.

Portada de una edición de la banda sonora de la película.

Tema "The Fog Soundtrack Rocks At Drakes Bay"
de la banda sonora "The Fog" de John Carpenter.



El actor John Houseman al comienzo de la película. Fotograma.

Muchísimas de las secuencias de esta película, han sido explotadas por otros directores en películas de igual corte. Incluso en aquellas que homenajean aquel cine de los 80. Y es que John Carpenter es una referencia en la historia de la cinematografía moderna. La comedia, el terror, son géneros muy difíciles de llevar a cabo. Tener nuevas propuestas, sorprender con las historias y el estilo, solo muy pocos lo han conseguido. Un director que no solo nos hizo pasar grandes momentos de miedo, sino que inspiró a toda una generación, a futuros artistas y amantes del buen género de terror y del fantástico.

Cartel de la película


Ambigú Cinema - "La niebla" de John Carpenter, 1980.




"Indiana Jones, en busca del arca perdida" de Steven Spielberg, 1981.

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