viernes, 6 de noviembre de 2020

El legado de Connery #1 - '"Atmósfera cero" de Peter Hyams, 1981.

Sonrisa de pícaro, cejas pobladas pero bien definidas, alto, atlético, con cierto porte robusto, sin perder ese aire de masculinidad de la época,… Ian Fleming al estilo del profesor Higgins en “My fair lady” (George Cukor – 1965), lo convirtió en un verdadero gentleman. Perdón, en el Gentleman. Y en el agente secreto más famoso de la historia del cine, 007.

"50 Years of James Bond" - BBC América 

Tras el fallecimiento de un actor o una actriz, solemos recordarlo/ a por sus películas más emblemáticas. Donde tuvieron más audiencia o lograron algún reconocimiento público. No obstante, aprovechando la figura de Sean Connery, recordaré como un actor o actriz, es en si, un cúmulo de experiencias que aprovechan para su siguiente interpretación. Por ello, considero que Connery, desde su emblemático James Bond, hasta el paso por personajes recordados por el gran público en “Los inmortales" (Russell Mulcahy – 1986), “El nombre de la rosa" (Jean-Jacques Annaud – 1986), “Los intocables de Elliot Ness" (Brian de Palma - 1987),… interpretó antes o después obras donde sus códigos interpretativos seguían evolucionando y creciendo constantemente como actor. Y nosotros, disfrutando de cada una de sus salidas en pantalla. No cabe discusión alguna de que Connery, habrá tenido películas más o menos taquilleras, pero su aparición en los créditos era una señal de calidad. Como las estrellas a un hotel.

Sean Connery en algunas de sus interpretaciones

Connery había sabido sobrevivir perfectamente a los atormentados años 70 de la historia del cine. Llegó los 80. Su gran década. Y es aquí, donde nos vamos a detener. La empezó cargando su rifle. El nuevo Gary Cooper de la gran pantalla, esta vez no en el alejado pueblo de Hadleyville (“Solo ante el peligro" de Fred Zinnemann, 1952), sino a millones de kilómetros de la Tierra. La trama de nuestra primera revisión se desarrolla en la tercera luna de Júpiter, “Atmósfera cero” de Peter Hyams, 1981.


Juntemos el aire de western de “Star Wars" de Georges Lucas (1977) y ese ambiente industrial, sucio, y de tipos duros de plataforma petrolífera de “Alien, el octavo pasajero" de Ridley Scott (1979). “Atmósfera cero” toma, de una y de otra, elementos para servirnos la versión espacial de “Solo ante el peligro". Un genial western del que hablaremos en otra ocasión.

Carteles de "Solo ante el peligro" y "Atmósfera cero"

El empaque de la producción es de los que disfrutamos ese cine de los 80. Detallismo  al máximo, con oficio. Maquetas a gran escala, escenarios, trajes,… un diseño de producción bestial. Hoy, vista 39 años después, personalmente no le veo el paso del tiempo (perdonen mi entusiasmo). Claro está que hay que situarse en la época y tener ganas de disfrutar la peli. Sus efectos especiales artesanos son de tener muy en cuenta, en especial la técnica de “Introvisión", permitiendo a los intérpretes interactuar entre proyecciones. La primera vez que se utilizó fue en esta película.

Ejemplo de Introvisión en la película
"Cuenta conmigo" de Rob Reiner, 1987

Sean Connery hace de tipo duro. Un agente de la ley que no se casa con nadie. Ese carácter le hará buscar problemas y enfrentarse a la temible situación que se le plantea en la película. Connery ya es un actor de recorrido. Nos dibuja a un hombre recto, pero a la vez con sensibilidad. Esa sensibilidad es marcada por sus gestos. Sus expresiones o forma de mantener la pose actoral ante la cámara, sin articular palabra, te invita a entrar en al mente del personaje y sentirlo, sentir su experiencia. Su humanidad. ¿Cómo se hace eso? Teniendo a Sean Connery delante del objetivo, nada más que decir.

Fotograma de la película

“Atmosfera cero” es un homenaje al western. La temática rodeada de ciencia ficción no es excusa para que los personajes se líen a tiros, pero no con rayos láser. De eso nada, escopeta recortada con cartuchos y tira “pa lante”, Connery. Una maravilla. Atendiendo sobre todo a ese engranaje de conceptos. Rompiendo esquemas.

Fotograma de la película 

La película transmite cierta atmósfera de inquietud. Ya no solo por la trama. Al igual que en “Tiburón" (Steven Spielberg, 1975), el medio (el océano) ayuda a crearla, incluso convirtiéndose en parte muy importante de la historia, en este caso el vacío, el espacio, la nulidad de atmósfera. Poco a poco, las investigaciones de O' Neil y la doctora Lazarus, las muertes y la tensión ante la llegada de la nave con los asesinos, junto a ese ambiente claustrofóbico, produce en la audiencia angustia. Angustia ante un posible desenlace. Pero O' Neil, promete gastar hasta el último cartucho e ideas para no acabar desilusionando al espectador. No le hace falta un sable láser, ni un lanza llamas al estilo Ripley (Sigourney Weaver en la saga de “Alien")… para mantener a raya esta estación espacial.

Cartel de la película 


Tráiler de la película: https://youtu.be/F2I11qVIMP8


Ambigú Cinema - El legado de Connery





 



"Indiana Jones, en busca del arca perdida" de Steven Spielberg, 1981.

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