viernes, 9 de julio de 2021

"El gran héroe americano" de Stephen J. Cannell, 1981.

Uno de los momentos que esperaba con ilusión cada verano de mi infancia ochentera, era saber que serie tenía programada TVE para los medios días de lunes a viernes. Recuerdo que tras “el telediario", nos acomodábamos en el sofá a disfrutar durante una hora corta de las aventuras programadas. Imaginen el shock de un niño lector de cómics de súper héroes, al comprobar que la serie de ese verano del 84 iba a ser protagonizada por un traje que daría súper poderes a aquel que lo llevase puesto. Sus personajes y tramas pasarían a formar parte de nuestros maravillosos recuerdos de infancia. La serie “El gran héroe americano" de Stephen J. Cannell (1981) se convertiría en todo un bombazo televisivo en España.


Seguro que quien tenga recuerdos televisivos de los 80, puede acordarse de ese famoso logotipo que comenzaba con un escritor terminando de escribir algo a máquina y que tras sacar la página, esta volaba hacia una pila de folios, formándose el logotipo de Stephen Cannell Productions. Ahí tenemos al creador de distintas series de televisión, desde “El gran héroe americano”, pasando por “El equipo A", “Renegado",… Escritor de guiones, productor, actor y creador de grandes éxitos, nos regaló series que despojadas de su artificio televisivo eran poseedoras de grandes valores, como: la amistad, la dedicación, la fidelidad en distintos campos, el honor,…

Logotipo de Stephen J. Cannell


"El Equipo A" (1983, 1987)

"Renegado" (1992, 1997)

En “El gran héroe americano” supo combinar la fantasía, el misterio,  la acción y la comedia. Al mismo tiempo que utilizaba las claves del mundo de los súper héroes para crear comedia, sabía balancear con momentos heroicos y de acción serios. La clave de su éxito radicó en esa mezcla de géneros y la enorme empatía de sus protagonistas.

El trío protagonista del "Gran héroe americano"

Fotograma de la serie

El papel de Ralph Hinkley, el profesor cuyo alter ego sería el de súper héroe, lo interpretó William Katt. William es conocido por haber estado a las puertas de encarnar a Luke Skywalker, y trabajar en producciones de cierta relevancia del género fantástico, como: “Carrie" de Brian de Palma (1976), “House, una casa alucinante” de Steve Miner (1986),… Su rubia cabellera rizada y bis cómica le convirtieron en un actor reconocido y querido por el gran público. En esta serie, el contra punto lo pone su compañero de aventuras, el agente del FBI, Bill Maxwell (Robert Cup, veterano actor de cine y televisión). Los dos hacen una pareja muy divertida, sacándose mutuamente de menudos problemas. Y formando trío, su novia en la ficción, la abogada Pam Davidson (Connie Selleca). Esta actriz alcanzaría más tarde la fama con la serie “Hotel" (1983, 1988), como Christine Francis, gerente del hotel.

William Katt y Connie Selleca. Fotograma de la serie.

Robert Cup como el agente Maxwell. Fotograma.

Los efectos especiales eran muy dignos para aquella época televisiva. Sobre todo en los primeros episodios podíamos encontrar el buen hacer de Alex Funke. Ya había trabajado con éxito en series  como “Galáctica" (1978). Hoy en día es un reconocido maestro de la fotografía de efectos visuales en miniatura, habiendo dejado trabajos impresionantes como por ejemplo en la Trilogía del Anillo de Peter Jackson (2001, 2003), o “ Blade Runner 2049” de Denis Villeneuve (2017).

Alex Funke. The Scotty White Company.

Fotograma de la serie

En general, el resto de los efectos visuales eran muy buenos, siendo resueltos con ingenio para el medio televisivo (correr junto a coches a gran velocidad, atravesar paredes, los poderes de invisibilidad, levantar grandes pesos, visión de rayos X,…), aunando efectos de la vieja escuela con aquellos que de forma electrónica permitía la televisión de entonces, como los croma. En cuanto a los diseños, a mí me encantaba el de la nave de los extraterrestres que entregaban el traje a Ralph y Bill, obra del mencionado Funke. El diseño del traje de súper héroe era muy cincuentero, con cierto aire de cómic de mediados del siglo XX. Ahora es fácil hacerse con una camiseta de la serie, con el logotipo del súper héroe, pero en aquellos años 80 hubiese entregado varios cuentos de mi colección Don Miki por tener algo del “Gran héroe americano". Me conformé con alguna que otra pegatina del “Tele Indiscreta" y algún que otro dibujo en mis ratos de coloreo. Y escuchar cada dos por tres la melodía principal de la serie, "Believe It or Not" de Joey Scarbury, hoy en día una de las melodías de la banda sonora de mi vida.

Fotograma de la serie

Cabecera de la serie

Las series del verano de los 80 era un aliciente más de esos estíos únicos de mi infancia. Aún recuerdo los chapuzones en la piscina por las tardes. Correteando por los bordillos, dando los tres pasos como Ralph para levantar el vuelo, pero cayendo en el agua, con alguna que otra bocanada de agua cobrada por las risas de la diversión. La tarde terminaba junto a los amigos, jugando a “civil y ladrón". Mientras el atardecer era vencido por la noche, vigilábamos el manto de estrellas desde nuestros escondites, por si por algún casual, se le ocurría bajar a un extraterrestre y dejarnos otro traje con súper poderes.



Ambigú Cinema"El gran héroe americano" de Stephen J. Cannell, 1981.





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