El mes de septiembre es un mes de recuerdos, añoranzas y de coleccionables (libros, maquetas,… lo que sea). La vuelta a la rutina por la mayoría de los mortales, tiene esa brecha psicológica dependiendo del individuo. Este año recordaba aquellas series de verano que disfrutábamos a la hora de la siesta, y que luego continuábamos entre juegos de infancia. “Galáctica" (1980), “El coche fantástico" (1982 - 1986 ), “El gran héroe americano” (1981 - 1983), “El halcón callejero" (1985),… todas aquellas series son hoy en día cultura popular, pero otras, por distintas razones, parece uno haberlas disfrutado en algún tipo de realidad alternativa, ya que nadie tiene recuerdo de ellas. Un ejemplo, “Cazadores de sombras" (1985). En defensa de aquellos amnésicos televisivos, decir que comenzó a finales del verano y que un servidor pudo terminar de verla gracias a la milagrosa tecnología de grabación del video VHS. Quizás de ahí, no se acuerden muchísimos “goonies" de entonces. La serie tuvo una temporada. A través de los distintos capítulos, el dúo formado por Dr. Jonathan Mackenzie (Trevor Eve) y Edgar Benedek (Dennis Dugan), comandados por la Dra. Juliana Moorhouse (Nina Foch), investigaban casos sobrenaturales. Mezclemos en una batidora a “Scooby Doo", “Se ha escrito un crimen" (1984) y “Expediente X" (1993). Y… voilà!.
“Cazadores de sombras" me tenía enganchado. Se mezclaba la investigación detectivesca con lo paranormal. Cada capítulo abordaba algo mítico dentro del género del fantástico: los vampiros, los extraterrestres,… Tenía su ritmo y lograbas empatizar con los protagonistas. El Dr. Jonathan era el escéptico, mientras que Edgar era el que se dejaba llevar por los acontecimientos. Una especie de Mulder y Scully (“Expediente X", creado por Chris Carter – 1993). Las caras de los intérpretes eran conocidas, sobre todo la de Dugan, que había participado en “ Un astronauta en la corte del rey Arturo" (Russ Mayberry, 1979) y que podíamos encontrar en cualquiera de las repisas de aquellos templos denominados videoclubs. La serie dosificaba el ambiente de misterio y los efectos visuales, indispensables en este tipo de serie. Su programación tardía o la franja elegida para su emisión, quizás fuese su talón de Aquiles. No obstante, desde aquí nuestro recuerdo y rescate del ostracismo televisivo. Ojalá uno de nuestros paseos por centros comerciales, comercios o webs especializadas, nos descubran algún día una edición doméstica. Tendrá un lugar de privilegio en mi estantería cinéfila junto a “ Cuentos asombrosos" (1985 - 1987), “Dragones y mazmorras” (1983 - 1985 ) … y otras tantas que mantuvieron viva la llama del relato, de la fascinación por las historias y el fantástico, junto a libros y cómics. Ojalá pudiese tener entre mis manos aquella cinta VHS 180 Phillips, de carcasa negra de cartón, grabada en LP. Seguro encontraría algún que otro capítulo de “Cazadores de sombras" e incluso alguna joyita del momento. ¡Ay septiembre!