Los sábados de mis años de infancia comenzaban con un buen desayuno a base de mollete antequerano con aceite y un Nesquik calentito, mientras veía "la Bola de Cristal" en TVE. La mañana podía derivar en paseos en bici, jugar al fútbol o ir al cuarto de mis juguetes y dejarme llevar por la imaginación entre los muñequitos de Star Wars, Airgambois, Comansi... Tras la llegada de mi padre del trabajo, comíamos el tradicional puchero de arroz blanco de mi madre o salíamos a almorzar fuera e ir de tarde a Málaga. No obstante, si nos quedábamos en Antequera, la tarde consistía en ver la película de TVE y la programación de niños de aquel momento: "Erase una vez el hombre", "Los sabios"... Y sobre las ocho de la tarde ir a misa, a la parroquia de San Pedro. Después a la salida, a mis padres les gustaba tomar algo en algún bar de la ciudad y volver a la casa, para cenar. Los sábados noche tocaba deleitarse con las hamburguesas que preparaba mi padre, mientras veíamos "Informe Semanal", seguido de la película del sábado por la noche. A toda esta felicidad ya existente en los sábados de mi niñez, se sumó como si se tratase de la crema del interior de un Bony (pastelito de Bimbo), una de mis series preferidas y que hoy en día, gracias a las ediciones visuales comerciales, disfruto de vez en cuando, como aquel niño que la descubrió. La serie fue toda una revolución televisiva, tanto por su factura visual, como por el impacto entre los niños de aquella época. Chicles, pastelitos, juguetes, pegatinas, posters... Así como productos afines a la programación televisiva como Tele Indiscreta (revista) se sumaban al reparto de merchandaising de esa gran serie, la serie televisiva "V" de Kenneth Johnson (1984).
Recuerdo un domingo en El Tejar (Córdoba), en el restaurante hostal Reina, ver por primera vez en el televisor del bar, imágenes de la serie V: las naves, los rayos láser... un regalazo televisivo.
La serie V se emitió a mediados de los 80, los sábados por la tarde. Menos mal que nos pilló la época en la que ya teníamos video VHS y podíamos grabarla, ya que era inexcusable no asistir a la misa de tarde de los sábados.
"V" nace de un proyecto que traía entre manos su creador. Quería filmar una serie que hablase del ascenso al poder en USA de un movimiento nazi y ver las consecuencias del hecho. En realidad, la idea venía inspirada por la obra de Sinclair Lewis, "It Can´t Happen Here" (1935). La NBC no estaba interesada en ese tipo de historia y le propuso un cambio. Estamos a primeros de los años 80, la industria del cine y la televisión comenzó a estar fuertemente influenciada por "Star Wars". La NBC quería extraterrestres y una trama de ciencia ficción. El yugo social de origen nazi, fue transformado en alienígena reptiliano.
Si prestamos atención al total de la serie, en cuanto a las referencias simbólicas (emblemas), vestuario de los extraterrestres, y situaciones vividas cuando se inmiscuyen en la sociedad y posteriormente en acciones de la resistencia, vemos cierto paralelismo con los episodios históricos vividos a finales de los años 30 y los años 40 en Europa, con el resurgir del movimiento nazi. Sobre todo es bastante más claro entorno a la estética de los extraterrestres. Así mismo, algunos de los personajes de más edad hacen recordar lo vivido en los años de la II Guerra Mundial, extrapolándolo a lo que están comenzando a vivir con la llegada de estos visitantes. Dando a la serie cierto aire de misterio con la desaparición sospechosa de todo aquel que investiga a los "visitantes".
Los efectos especiales de la serie eran de primera categoría para aquella época. La aparición de las naves nodrizas, el encuentro en lo más alto del edificio de las Naciones Unidas con la comitiva extraterrestre, las secuencias de acción, los vuelos de las naves de transporte y ataque, las armas láser, sus disparos, los maquillajes de los alienígenas... Nos dejan secuencias míticas en la historia de la televisión en España, como la primera vez que vemos a la malvada Diana (Jane Badler) comerse una rata ante la mirada atónita del reportero Mike Donovan (Marc Singer). A más de uno, nos han visitado en nuestras pesadillas esos ojos rojos reptilianos sobre lengua de lagarto.
El impacto de la serie fue tremendo, cultural. Durante una época, todo lo que nos rodeaba a la chavalería era de "V": las armas láser (yo me la llegué a construir hasta de chapón), hacer recortables con las naves, dibujar en las libretas las naves nodrizas, los símbolos de los extraterrestres, comer ratas de gominola, chicles con pegatinas de la serie... y el no va más, los posters y las pegatinas que salían en la revista "Tele Indiscreta". Así, como la posterior tirada de cómics.
La serie se creó como miniserie de dos episodios, pasando a sumarse tres episodios más conocidos como "La batalla final", y por último, debido al enorme éxito, 19 episodios más. La calidad de estos últimos bajó un poco con respecto a los anteriores. Se utilizaban imágenes de otros capítulos, sobre todo las que hacen referencia al vuelo de las naves y los ataques. Los escenarios y la forma de filmación van alejándose de la majestuosidad de los primeros episodios. Las localizaciones son enclaves más cerrados con elementos de producción más parcos. Se suelen reutilizar bastante los escenarios construidos del interior de la nave nodriza de los Ángeles (California). Y las tramas de esos últimos episodios, son más del estilo de otras series. Es decir, son situaciones que ocurren y relacionan a algunos de los protagonistas, y se cierran en el mismo episodio, muy al estilo de series como "El equipo A". No obstante, te tiene totalmente enganchado hasta el final de la misma.
"V" supuso que los más peques de la casa tuvieran su teleserie, los padres y abuelos disfrutaban con "Dallas", "Falcon Crest"... y nosotros con "V". Hoy sería impensable realizar una serie de ese tipo, teniendo en cuenta todas las correcciones políticas y sociales, cubrir cuota... Fuimos afortunados en vivir nuestra infancia en aquella época.
Y un buen día, la chica de las estrellas, Elizabeth (Jennifer Cooke), es recibida por Líder de los extraterrestres y parten en una nave, escapando con ella su amado Kyle (Jeff Yaagher). Y fin de la serie.
La serie fue cancelada, dejándonos un enorme vacío a la audiencia. Ese enorme vacío fue ocupado por: "En 1972, un comando compuesto por cuatro de los mejores hombres del ejército estadounidense, fueron encarcelados por un delito que no habían cometido...". No fue lo mismo, pero también terminó calando. Los sábados se convirtieron en las tardes de las series "chulis" de la tele.
"V" marcó un antes y un después del que se aprovecharon las series venideras. Hoy en día existe un fuerte movimiento de seguidores de la serie, de intercambio o compra de material promocional de la misma. Son recuerdos con sabor a Nocilla, como me gusta clasificarlos. Nos hizo soñar e imaginar, a esperar con impaciencia llegase otro sábado, mientras en el cole hablábamos del arma de Ham Tyler (Michael Ironsade), de Martin (Frank Ashmore) o de la perversa Diana. Aquellos episodios de tortura a la cabecilla de la resistencia, Juliet Parrish (Faye Grant), fueron eternos. Nos hizo sentirnos niños y eso es impagable.
